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Con las mejores perspectivas del Gobierno, en 2015 más de 6.900.000 españoles estarán sin trabajo

El Gobierno ha reconocido que no cumplirá uno solo de los objetivos a los que se comprometió, antes y después de las Elecciones Generales de noviembre de 2011. No logrará reducir el déficit, clave de su planteamiento económico, pese a los recortes en Sanidad, Educación, Bienestar, Infraestructuras, Dependencia, que en conjunto suman casi 40.000 millones de euros, hasta la fecha. Ayer mismo, la vicepresidenta y los ministros de Economía y Hacienda, no el presidente Rajoy, quien no compareció ante la prensa pese a la gravedad de la situación, adelantaron que el objetivo de déficit para este año será del 6,3% no el 4,5% pactado con la Unión Europea, mientras que se reducirá al 5,5% en 2014, al 4,1% en 2015 y al 3% en 2016. Este último objetivo, si se logra, se completará 3 años después de lo anunciado por el presidente del Gobierno en su discurso de investidura…y ya agotado su mandato, que expira en 2015.

Tampoco cumplirá su palabra en lo que se refiere al pago de los intereses por el rescate de la banca, el famoso “préstamos en condiciones ventajosas”. Cuando fue concedido por la Unión Europea, el ministro De Guindos aseguró que serían las entidades financieras, no el estado, las que se harían cargo de los mencionados intereses por el préstamos de más de 40.000 millones procedentes de Europa. No dijo la verdad, la UE lo ha constatado cuando ha elevado el déficit real español al 10,6%, y el Gobierno trató de cuadrarlo indicando que un 4% correspondía a los intereses por el rescate de la banca.

No recortará el gasto público. Y eso que ha reducido a la mitad, en los presupuestos de este año, los gastos en acción social, un 15% los gastos en Sanidad,  un 20% en Industria, un 6% en Defensa, el 4% en Justicia y más del 30% en Agricultura. También ha congelado las pensiones, incumplido su promesa de que los autónomos no paguen el IVA por facturas no cobradas, aumentado el IRPF, subido un 2% el IVA, pese a estas frases de Mariano Rajoy, cuando, en la oposición, se puso al frente de la campaña contra el mismo incremento, aprobado por Zapatero, “es el sablazo que un mal gobernante le pega a todos sus compatriotas”, o “de la crisis no saldremos subiendo impuestos”. Asimismo, aunque antes de las elecciones la práctica totalidad de los dirigentes populares se hacían cruces cuando se les preguntaba por ello y hasta se ofendían si se ponía en duda, la aprobación del copago, o repago, de los medicamentos fue, finalmente, impuesto, lo mismo que la congelación de los sueldos de los funcionarios, el incremento de las tasas universitarias, la eliminación de partidas enteras para la investigación, las deducciones por compra de vivienda, la prestación por desempleo o la paralización, con un bajada de hasta el 42% en algunos casos, de la inversión general del Estado en infraestructuras.

La prueba de que no habrá tal reducción del gasto público la ofrecieron los organismos comunitarios: el Gobierno español redujo más el mismo en el último año de Zapatero en La Moncloa que en el primero de Rajoy en la Presidencia.

Por último, y aún peor, el Ejecutivo dejó claro, públicamente, este viernes, que esta legislatura no solo no se creará empleo en España, sino que, en el mejor de los escenarios posibles, será posible recortar el paro en menos de un 1% en 2016. Para hacerse una idea del desfase entre las pretensiones del Gobierno (dejando al margen payasadas como la de González Pons anunciando que en estos cuatro años se crearían 3 millones de puestos de trabajo), la realidad es esta: en el último año se han perdido en España 110 empleos cada hora, 963.600 puestos de trabajo entre marzo de 2012 y marzo de 2013. Entre octubre de 2007 y abril de 2009, en el peor momento de la crisis, se destruyeron 1.627.517 empleos,  en 2010 se incrementó en 370.100 personas y en 2011, en 577.000 desempleados. Las cifras de paro de 2010 y 2011, sumadas, dan 947.100, solo desde la entrada en vigor de la Reforma Laboral, hace apenas un año, se han quedado fuera del mercado laboral 16.500 españoles más que los dos años anteriores juntos.

Con las mejores previsiones, planteadas ayer por los ministros de Economía y de Hacienda, en 2015, ese número sería de 712.000 personas, es decir, al final del mandato de Rajoy, habría en este país 1.675.600 parados más, muy por encima de los peores momentos de la crisis: en medio de una Europa que ya crea puestos de trabajo, sin crecer o haciéndolo en cifras muy lejanas del 2% necesario para activar la contratación y dejando el déficit en el 5,5%, en España estarían sin trabajo 6.914.000 personas.

De acuerdo con las proyecciones de la UE, necesitaríamos crecer a un ritmo superior al 3,5% entre 2016 y 2024 para rebajar ese número a algo menos de la mitad. Dicho de otra manera, estaríamos en 3,5 millones de parados cuando Rajoy y Angela Merkel tengan 70 años, Rubalcaba 73 y Zapatero 64 …¿cuántos tendrás tú?

 

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