En teoría, no tener una fuente cibernética de la que manase agua a 12 metros de altura, cambiando de color y haciendo figuras siguiendo el ritmo de la música, no debería costarnos nada. Pero no es así. El proyecto impulsado y adjudicado por algo más de 2 millones de euros por Corina Porro, cuando era presidenta del Puerto, no se hará. Eso ya se sabía, lo que es una novedad es que no hacerlo haya costado 100.000 € que, para los que aún no se hayan adaptado a los euros, son algo menos de 20 millones de las desaparecidas pesetas o, dicho de otra manera, el sueldo anual medio de 6 vigueses.
Y es que esa es la cantidad que acaba de pagar el Puerto de Vigo, a la empresa que ganó el concurso para construir la fuente, por no hacer la misma que, como recordaréis, debía de estar en el lugar en el que ahora se ven unos ‘silos’ cerca del Edificio de Sesiones de la Autoridad Portuaria.
Este dinero no es el único que ha dejado de herencia la gestión de Porro al frente del Puerto, además, habrá que pagar lo que ha costado el proyecto de ‘restaurantes de chinchos’, paralizado en las Naves de Redeiros. Entonces, y así sigue, el Concello no dio permiso municipal para seguir con la obra, algo que a Corina Porro le pareció ilegal, por lo cual planteó una querella contra el alcalde que, finalmente, fue desestimada.