Un tío calvo, que se tiene por un genio, se sienta con un amigo en un sofá mirando a una mujer desnuda y ambos comentan qué les parece su cuerpo. Este es el principal argumento de un programa de la televisión pública de Dinamarca, estrenado en horario de máxima audiencia.
Su productor es el ‘músico’ Thomas Blachman, un tipo que debe se ve como la octava maravilla del mundo y que, para hacerse notar…y forrarse, por supuesto, se permite tratar a las mujeres como si fuesen vacas frisonas, ganado nacido para agradarlo a él y al idiota que se sienta a su lado…muchas veces, como puede verse en algún trailler del programa, un individuo con pinta de masturbador compulsivo.
http://www.youtube.com/watch?feature=player_detailpage&v=rRxzIbt3PZc
Los responsables de la televisión pública danesa, en cuya dirección no debe de haber mujeres, o que si las hay consienten este sexismo que recuerda, y hasta huele, a burdel de carretera, han consentido que Blachman y el compinche, uno distinto cada noche, hablen de todo tipo de curiosidades de las mujeres que miran, como el tamaño de los pechos, tatuajes e incluso las piden que se den la vuelta para verles el culo…algo parecido a los personajes de Pajares en los años del ‘destape’ en España, con el mismo tufo a tocino rancio y sin puñetera la gracia.
Como era de esperar, los espectadores daneses han acusado a este espacio de humillar a las mujeres, a las que van a hacer el canelo allí y al resto, y han enviados miles de mensajes a la cadena para que retiren el programa de inmediato.
También era previsible lo que ha hecho Blachman: escaparse a Nueva York para no aguantar las críticas…y es que él se considera el ‘no va más’ y califica su programa de ‘revolucionario’, porque las mujeres “por fin pueden saber de verdad lo que piensan los hombres de su cuerpo”. Lo que no se ha podido confirmar es si este tipejo ha ganado lo suficiente como para comprarse un cerebro.
