Literalmente. Y es que ante el panorama que ofrece el mercado laboral en España, muchas personas han optado por hacer lo mismo que hicieron sus padres y sus abuelos en la década de los 50 y los 60 del siglo pasado: emigrar. Como entonces, uno de los destinos más atractivos es Alemania, así lo prueba el hecho de que el año pasado 29.910 españoles, un 45% más que en 2011 – en el que se desplazaron a aquel país algo más de 9.200 – hayan decidido marcharse a buscar trabajo a la patria de Angela Merkel.
Claro que no son solo españoles los que han ido, también italianos, portugueses o griegos han visto en la emigración a la primera potencia europea una salida a su desesperada situación económica. De acuerdo con los datos difundidos por la Oficina Federal de Estadísticas de Alemania, se trata del mayor avance de la inmigración desde 1995. En total, 1.100.000 inmigrantes llegaron a Alemania el año pasado, un 13% más que en 2011 y un récord desde 1995.
En concreto, de Portugal llegaron 4.000 ciudadanos, mientras que de Grecia lo hicieron otros 10.000 y de Italia 12.000, un 40 % más que el año anterior, a simple vista puede constatarse que todos ellos sumados no llegan a la cantidad de españoles que han optado por buscar allí una vida mejor.
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