Ordenó la masacre de 1.771 indígenas ixiles que fueron asesinados por el ejército entre 1982 y 83 y ello constituye un delito de genocidios y de crímenes contra la Humanidad. Eso ha entendido el Tribunal Supremo de Guatemala y, por ello, ha condenado a 80 años de prisión “inconmutables”, al dictador José Efrain Ríos Montt. Curiosamente, el tribunal ha absuelto al siniestro José Mauricio Rodríguez, jefe de la Inteligencia Militar durante el mandato de Ríos Montt y considerado uno de los más sangrientos de sus subordinados durante los años más duros de la guerra civil que asoló Guatemala durante casi 40 años.
El dictador ha sido considerado culpable de los cargos de genocidio, por el que cumplirá 50 años de cárcel, a los que se añadirán 30 más por crímenes contra la Humanidad. “Para que exista paz en Guatemala debe de existir justicia”, a concluido la presidenta del Tribunal, entre los aplausos de las personas que la han escuchado leer la sentencia.
“Las acciones violentas realizadas en contra de los ixiles no fue espontánea, fue la concertación de planes elaborados”, ha subrayado Jazmín Barrios, quien ha recalcado o que “Ríos Montt permitió la aplicación de tratos inhumanos a la población”. “Consideramos que el acusado José Efraín Ríos Montt tuvo conocimiento de lo que estaba ocurriendo y no lo detuvo”, ha añadido.
