El lunes vigoalminuto informaba de que los mayores de 61 años en paro dejaban de cobrar la prestación por desempleo, aunque no pudiesen acogerse a la jubilación anticipada; este martes informábamos de que la comisión de ‘sabios’ creada por el Gobierno propondría una rebaja en las pensiones por medio de un doble cálculo: la reducción de la cantidad que cobrarán los jubilados a medida que vayan cumpliendo años y que la revalorización de la misma ya no se hiciese con respecto al ‘coste de la vida’, el IPC.
Bien, pues este miércoles se ha sabido que la Comisión Europea, a cambio de dar dos años más a España para reducir el déficit del Estado – que, por cierto, alcanzó en abril su máximo histórico – exige que el Gobierno español ‘profundice’ en la reforma de las pensiones, modifique el sistema de recaudación tributaria y acelere la reforma del mercado laboral.
Dicho de otra manera, la Comisaría de Asuntos Económicos que dirige el finlandés Olli Rehn – que no ha acertado en una sola de las recomendaciones que ha propuesto a uno solo de los países en los que ha intervenido, que no ha acertado en ninguna de sus previsiones económicas desde que ocupa el cargo, y que no ha concluido con éxito ni uno solo de los planes que ha presentado – reclama, en lo que se refiere a las pensiones que se introduzca cuanto antes el ‘factor de sostenibilidad’; también ha exigido una fiscalidad “más favorecedora del crecimiento”, dicho de otra manera: más la tributación indirecta frente a la carga sobre las retas del trabajo y, concretamente, una subida del IVA superreducido.
A todo ello se suma una ‘profundización’ en la reforma laboral: Europa cree que la aprobada por el Gobierno – desde cuya entrada en vigor el paro se ha incrementado en más de 965.000 personas – es aún poco flexible y que debe de incidir en el abaratamiento del despido.