El presidente de Pescanova, apartado de la gestión de la firma tras la aprobación del concurso voluntario de acreedores, ha asegurado, en diferentes entrevistas concedidas a medios de gallegos, que prevé la venta de dos o tres empresas del grupo por necesidades de circulante, y considera que “la salida del concurso es una opción que no debería descartarse”.
Manuel Fernández de Sousa recalca en sus declaraciones que “todos los activos de Pescanova son buenos” y que cualquiera de ellos podría ponerse a la venta para atajar los problemas de tesorería que tiene la multinacional auqnue, ha advertido, “trocear la empresa sería matarla”. A su juicio, “Pescanova sigue funcionando bien, incluso hay más orden que antes”, y subraya que no haría falta dedicar un euro más para que triplicase su cifra de negocio en los próximos 10 años.
El presidente de Pescanova, admite que la deuda acumulada supera los 3.000 millones de euros, entre la matriz y las filiales pero que, pese a ello, “habría podido aguantar” sin solicitar el preconcurso de acreedores.