Alrededor de 200 Afectados por la compra de Preferentes han ‘tomado’ el Pleno de la Diputación de Pontevedra, en el que iba a debatirse la modificación de capital del organismo provincial, para exigir al presidente de la institución que se ponga de su lado y haga fuerza para que no se apliquen las quitas y sigan los arbitrajes.
Con gritos de ‘Manos arriba esto es un atraco’ o ‘A culpa de quén é?dos que votan ao PP’, los afectados acusaron a Rafael Louzán de no haber hecho nada para ayudarles y de ser “cómplice de este robo”. El portavoz de la Plataforma de O Baixo Miño señaló que “nada de lo que nos ha dicho se ha cumplido y su anuncio de que va a poner una oficina en los concellos para asesorar a los afectados es otra mentira más”. Xulio Alonso acusó al presidente de la Diputación de “querer sacarnos de encima para que el próximo día 12 se materialice, por fin, el robo” y recalcó que la alternativa que les dan los abogados que están en las oficinas abiertas en los concello es “firmar para conformarnos con el 30, el 40 o el 60% de nuestros ahorros y luego no poder reclamar”.
Alonso pidió al presidente que fuesen juntos a la central de Novagalicia Banco y que allí reclamasen su dinero, y anunció que hasta que tuviesen el apoyo “de verdad, no de cara a la galería” del organismo provincial, iniciaban un encierro indefinido en la sede de la misma, “y de aquí no nos vamos hasta que no nos den una solución”.
Por su parte, Rafael Louzán recalcó que más de 40.000 expedientes ya se habían solucionado en los arbitrajes que “en las últimas semanas se han incrementado”. Tras asegurar que estaba con los ahorradores, “exigiremos la devolución de todo lo que les han robado, porque esto es un robo y una estafa”,el presidente apuntó que, fuera del proceso arbitral existe la posibilidad de la vía judicial, algo que fue rechazado a gritos de ‘¡quita non!’ por los asistentes.
Especialmente desgarrador fue el momento en el que una de las afectadas, llorando, recordó que se había quedado con el dinero que tanto le había costado ganar a su marido “que ha muerto sin ver como lo recuperábamos” y llorando pidió al presidente de la Diputación, “se lo ruego, Louzán, devuélvame mis ahorros, los necesito para comer, por favor Louzán, se lo pido por favor, tengo hijos en el paro, no puedo seguir así, tenga misericordia, Louzán”