No es un titular del mundotoday, sino la conclusión de un estudio realizado por Línea Directa y corroborado por la Guardia Civil. En base al mismo se señala que el 10% de los conductores españoles, alrededor de 2,6 millones de personas, ha probado a engañar al etilómetro de la Guardia Civil en un control de alcoholemia utilizando trucos como lamer granos de café, hacer flexiones o mascar césped.
Para determinar que dichos remedios no valen para nada, los responsables del informe seleccionaron a dos personas, hombre y mujer que, tras la comida, se bebieron una cerveza, una copa de vino y un combinado de Vodka, cantidad que se corresponde con un consumo habitual. A lo largo de la prueba, los dos voluntarios han probado, entre otras cosas, a masticar chicle, chupar granos de café, comer caramelos, esperar y hacer flexiones “sin que se hayan producido variaciones significativas en los resultados del alcoholímetro, e incluso llegando a subir en algunos casos”.
Una encuesta realizada por la compañía a un total de 1.260 conductores, señala que el 9% cree en la efectividad de estas medidas y que hay otros trucos que también emplean para tratar de evitar dar positivo en el control, como dormir un rato” y, en un porcentaje similar, otros han probado a beber agua o café, chupar granos de café, tomarse un Almax o pasta de dientes y un 2,5% ha intentado otros trucos como lamer baterías de litio, masticar césped, pegar la lengua al paladar o chupar monedas de cobre.