La mierda de democracia que tenemos en Europa – más mierda cuanto más al sur – y la mierda de responsables públicos – más cobardes y pusilánimes…bueno, qué voy a contaros – han dado una prueba más – la democracia y esos responsables públicos – de su falta de vergüenza y de un grado de acojonamiento más que repugnante.
Si esta semana lo hemos visto en España, ahora lo sufren en Grecia cuyo Gobierno, dirigido por un sujeto que se llama Antonis Samaras, ha prohibido a los ciudadanos que acudan a cualquier reunión de más de tres personas que porten pancartas o que griten consignas entre las nueve de la mañana y las ocho de la tarde…y todo porque está de visita en Atenas el ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schaeuble.
Schaeuble no ha sido elegido por los ciudadanos griegos ni para pegar sellos, no es más que un individuo al que han nombrado ministro a 2.400 kilómetros de distancia de Atenas y que no puede impedir que los griegos, que tienen todo el derecho, porque así lo dice la Constitución, le echen la culpa de los recortes que se aplican en su país… de hecho tienen el derecho no solo de echarle la culpa, a él o a quien les salga de los cojones, sino a manifestarse para decirlo con todos los gritos, pancartas, petardos, silbatos, bocinas y cacerolas que tengan a mano. Porque puede que en Grecia no tenga trabajo ni Dios, pero lo que si tiene todo Dios es libertad de expresión y derecho de manifestación, por mucho que le joda al tal Samaras – que más que un primer ministro parece ejercer de primer lameculos -.
Precisamente, en uso de esa libertad de expresión, el diario ‘Avgi’ saluda la visita del ministro alemán con un “Hail, Schaeuble!” en su portada de este jueves, con una foto del ministro con cara de mala hostia y la frase “morituri te salutant” – expresión latina que significa “los que van a morir te saludan”-, en alusión a la grave situación de la ciudadanía griega.
Y es que ya estamos hasta la próstata de individuos que alegan haber sido elegidos democráticamente para justificar todo tipo de acciones y medidas antidemocráticas…eso sí que suena a ‘Hail!’
