La cifra de fallecidos en el descarrilamiento del tren registrado el miércoles en Santiago es de 78, según los últimos datos oficiales ofrecidos minutos antes de redactar esta información. Cuatro de ellos han perdido la vida en el Hospital Universitario Clínico de Santiago, donde están internados la mayoría de los heridos – 130 en total – de los cuales 20 siguen en la unidad de críticos, “en muy mal estado”. Todos ellos han sido ya identificados, después de que el familiar de uno de ellos facilitase a los médicos el nombre de la única persona de la que desconocía su identidad.
Como ha podido comprobar esta redacción en el mismo lugar de los hechos, el convoy permanece en las vías mientras Bomberos y miembros de Emergencias, de Renfe, Policía Nacional, Local, Autonómica y del 061, además de Cruz Roja y Protección Civil, trabajaron hasta pasadas las 12 y media para entrar en los dos últimos vagones en búsqueda de más víctimas. Afortunadamente no ha sido así, por lo cual se ha dado por finalizada esta parte de su trabajo tras constatar que no había más fallecidos.
vigoalminuto ha podido hablar con varios vecinos del lugar del siniestro que fueron los primeros en acudir en auxilio de los pasajeros del tren Alvia que cubría la ruta entre Madrid y Ferrol descarriló este miércoles poco antes de las 9 de la noche a apenas 3 kilómetros de la estación de Santiago.
Varios de ellos accedieron a la vía forzando una reja de acceso y pudieron ayudar a varias personas, “entre las que había mucha gente joven”. Asimismo, coinciden en que el estruendo que se escuchó – y que varios testimonios califican como una explosión – fue posterior a la colisión. “Se oyó un chirrido muy seguido, luego un golpe fuerte al que siguieron otros más, después olor a quemado, como cuando se hace una soldadura, y luego gritos, muchos gritos”. Algunos cuentan visiones que son irreproducibles, con personas intentando moverse, otras fuera del tren, y los Bomberos, “intentando romper los quitavientos de metacrilato a golpes”.
A 190 por hora en una zona limitada a 80
Sobre las causas del accidente, según ha trascendido, uno de los maquinistas, que quedó atrapado tras el accidente, habría reconocido que el tren circulaba a 190 kilómetros por hora en una zona donde no se pueden sobrepasar los 80, aunque se desconoce si este exceso de velocidad se ha debido a un fallo humano o mecánico. También se ha sabido que el convoy no cumplía el horario y llevaba un retraso de unos 8 minutos, extremos, ambos que intentan esclarecer las dos investigaciones que, según la ministra de Fomento, ya están abiertas, una realizada por el Juzgado y otra por la Comisión de Accidentes Ferroviarios.
Ana Pastor garantizó que la investigación se llevará adelante con la máxima celeridad posible y de sus resultados se informará inmediatamente a los familiares de las víctimas mortales y de los heridos. La ministra confirmó que está estudiándose la caja negra, además de tomarse muestras y entrevistando a testigos y a los heridos.
Pasadas las 11 de la mañana, el presidente del Gobierno se desplazó al lugar del accidente, acompañado por el presidente de la Xunta, tras estar en el Hospital Clínico de Santiago y, alrededor de las 12 y media, ha comparecido ante los medios de comunicación, en la sede de la Xunta, para asegurar que las familias de los heridos y de los fallecidos no están solas, que se pondrán todos los recursos que sean necesarios. Mariano Rajoy agradeció la labor de los miembros de los cuerpos de Emergencias y de “decenas de personas” que asistieron a los heridos, en un primer momento, “y a los cientos que se han presentado en los hospitales, para donar sangre y para ofrecerse a colaborar, han dado un ejemplo impresionante de solidaridad”.
