Los príncipes de Asturias, acompañados por la infanta Elena, han asistido este lunes en la Catedral de Santiago al funeral por las 79 víctimas mortales del accidente del tren Alvia que recorría la ruta entre Madrid y Ferrol y que se salió de la vía, el pasado miércoles en la en la curva de A Grandeira, en Angrois, a apenas 3 kilómetros de la Estación de Compostela.
En el acto también estaban el presidente del Gobierno y su mujer, la ministra de Fomento, el presidente de la Xunta, y una decena de presidentes autonómicos más, entre ellos el lehendakari, el president de la Generalitat Valenciana, el de la JUnta de Extremadura o la de Castilla-La Mancha. También ha viajado a la capital de Galicia el secretario general del Partido Socialista.
La misa, que se ha prolongado hora y media, y a la que han asistido cientos de personas que han llenado la catedral y miles más en la Praza do Obradoiro, ha sido oficiada por el arzobispo de Santiago, Julián Barrio, quien ha recordado la ayuda que ofrecieron a los heridos los vecinos de Angrois que “se desvivieron para atender a las víctimas” además del “esforzado trabajo de cuantos colaboraron para paliar el inmenso dolor”.
Concluido el funeral religioso, Felipe y Elena de Borbón y Letizia Ortiz, han dado el pésame, uno a uno a los familiares de las víctimas; también han hecho lo mismo el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, junto a su esposa, así como el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo; la ministra de Fomento, Ana Pastor; el alcalde de Santiago,
Una vez que terminó la eucaristía y fueron saliendo los asistentes, las personas que habían seguido el oficio religioso desde fuera, pudieron acceder a la comunión por las puertas de Azabacherías y Platerías.