Antonio Martín Marugán, el interventor del tren Alvia que descarriló en Angrois el pasado día 24 y que llamó al maquinista unos minutos antes del accidente, ha acudido este viernes a declarar como testigo y ha asegurado, antes de comparecer ante el juez, que “llevaba el móvil en el bolsillo” en el momento del siniestro.
Poco antes de entrar en el Juzgado, pasadas las 9 de la mañana – estaba citado a las 10 – declaró a los periodistas que esperaban en el lugar que “nunca me he considerado culpable” y ha añadido que en el momento del accidente tenía el móvil en el bolsillo”, “salí del tren con el teléfono en el bolsillo”.
En el auto de citación, el titular del Juzgado de Instrucción Número 3 de Santiago, Luis Aláez, considera que la actuación del interventor del tren siniestrado “en principio se presenta correcta, ajustada a los procedimientos del operador y a las prácticas del sector”.
Aláez argumenta que “la consulta al maquinista para saber si el tren podía circular por una determinada vía es algo normal -como el maquinista vino a admitir en su segunda declaración- y no es causa del descarrilamiento que sufrió el tren, aunque se considere desafortunada por el lugar o momento en que se hizo”.