Miles de fieles acompañaron este domingo al Cristo de la Victoria que, con puntualidad británica, de eso se encargaron los organizadores, que hasta hicieron esperar a la talla unos minutos, salió de la Concatedral, recibiendo honores militares.
Precedido por el portador del pendón, que este año fue el ex presidente del Celta Ignacio Núñez, el Cristo fue seguido por otros miles más que se agolpaban a ambos lados de las calles, especialmente en Cánovas del Castillo o la pasarela que une el Centro Comercial A Laxe y A Pedra.
El Cristo, si estuvo rodeado por millares de devotos, lo cual creó varios problemas por las calles del Casco Vello y la concentración en la Porta do Sol de quienes quisieron unirse al canto del himno con el que se puso fin a la procesión, a la que asistió el obispo, Luis Quinteiro,
Quien no acudió fue Alberto Núñez Feijóo, que estuvo representado por la delegada de la Xunta en el la ciudad, María José Bravo, aunque si asistió la práctica totalidad de la Corporación, con el alcalde a la cabeza, a excepción de los concelleiros del BNG, Lucía Molares, directora general de la Entidad Estatal de Suelo (Sepes) o la ex alcaldesa Corina Porro, además de otras autoridades civiles y militares.