Human Rights Watch (HRW) ha pedido a la Policía de Moscú que cese en sus detenciones arbitrarias y los malos tratos perpetrados contra trabajadores inmigrantes, a quienes acusan de no cumplir las regulaciones de migración y empleo del país.
HRW ha denunciado en un informe publicado este viernes la campaña que lleva a cabo desde el pasado mes de julio la policía moscovita contra los inmigrantes irregulares. Desde que comenzó, las autoridades han realizado numerosas redadas racistas en mercados callejeros y otros lugares de alta afluencia de inmigrantes que han acabado con más de 4.000 personas de apariencia no eslava detenidas. La directora del programa ruso de HRW, Tanya Loshkina, ha asegurado que con estas prácticas, Rusia está violando “las obligaciones exigidas por el Derecho Internacional”.
Los trabajadores detenidos, en su mayor parte de origen vietnamita, sirio, afgano, egipcio, marroquí, kirguís o uzbeko, son trasladados a centros de detención, donde esperan los fallos de los jueces. HRW ha denunciado que Rusia no cumple los estándares legales internacionales, y ha acusado a las autoridades por la falta de asistencia por parte de un abogado durante la detención de los trabajadores, así como los fallos emitidos en los juicios -principalmente deportaciones – basados en “audiencias superficiales”.
Según información difundida por varios medios de comunicación, el 7 de agosto fueron detenidas más de mil personas en el Mercado de Jardineros de Moscú. Al día siguiente, las autoridades hicieron redadas racistas en varias estaciones de metro de la ciudad, deteniendo y pidiendo documentación a personas de apariencia no eslava.