La Fundación Sancti Spiritus de Borja firmará el convenio con la autora del eccehomo, Cecilia Giménez, en la segunda quincena de este mes de agosto en el que se fijará la distribución de los beneficios económicos que genere la restauración inacabada de esta pintura, que desde el pasado verano se ha dado a conocer en todo el mundo a través de las redes sociales. Para entendernos, es como si contratasen a alguien para restaurar ‘La maja desnuda’, le pusiese unas tetas como las de Yola Berrocal y como miles de personas irían a ver el cuadro para descojonarse de la risa, encima le pagasen.
El alcalde de Borja y presidente del patronato de la Fundación Sancti Spiritus, Francisco Miguel Arilla, ha explicado que el convenio está redactado y que en el mismo “quedará claro la parte que corresponde a Cecilia Giménez y la de la Fundación”. Unas palabras que deben de haber parecido muy bien a los titulados en Conservación y Restauración de Bienes culturales, que a los cuatro años de estudios – que según hemos podido comprobar, no abarca las materias ‘Mamarrachos I’, ‘Pintamonas al óleo’ ni ‘Destrozos en pintura antigua’ – más la especialidad, más las prácticas correspondientes, deben de sumar una trayectoria y un curriculum, sin contar el proyecto o la experiencia.
En este caso, la mencionada fundación, lejos de denunciar a esta ‘restauradora’ por haber masacrado una la obra del siglo XIX de Elías García Martínez, profesor de la Escuela de Arte de Zaragoza – sin contar el descojono generalizado en los medios de comunicación de medio mundo – la premia por el hecho de que su barrabasada fue trending topic en twitter en agosto de 2012 y más de 70.000 personas hayan acudido a la iglesia del Santuario de la Misericordia, situado a 6 kilómetros de Borja, para ver lo que queda del fresco y salir de la capilla deshuevándose de la risa.
Y es que aunque nadie lo crea, ver este espantajo cuesta 1 €, un “pago simbólico” que se impuso el verano pasado ante la avalancha de visitantes aunque, dice el alcalde, “hay gente que deja más dinero”, prueba de ello es que la recaudación en estos doce meses, desde que Cecilia convirtió la pintura en un fantoche más parecido a ET que a Cristo, se han recaudado 50.000 €.