La Guardia Civil ha detenido en Valencia a un hombre de 56 años, policía local de profesión, que se hacía pasar por un mando de una agencia secreta para captar a mujeres a las que prometía un puesto como agentes secretos si superaban una serie de difíciles pruebas. Entre las pruebas se incluían favores sexuales y la entrega de dinero y joyas, según ha informado el Instituto Armado en un comunicado.
En el registro practicado en el domicilio del detenido se han incautado varias armas de fuego, pistolas simuladas y diversos dispositivos electrónicos que mostraba a sus víctimas para convencerlas de su condición de agente secreto.
La operación se inició a comienzos de este mes, cuando la Guardia Civil detectó la posible existencia de una persona que podría estar haciéndose pasar por agente secreto sin conocer exactamente el motivo por el que lo hacía. Por ello, se iniciaron las investigaciones por parte de componentes de la Policía Judicial de la Guardia Civil en Gandia y Picassent, al objeto de poder identificar, localizar y detener al autor de estos hechos.
Fruto de las indagaciones realizadas se pudo comprobar que se trataba de un hombre que se hacía pasar por mando de una agencia secreta, prometiendo a sus victimas un puesto de trabajo como agentes secretos, para lo que tenían que ser sometidas a una serie de pruebas en diferentes fases con la finalidad de conseguir dicho puesto.
Las supuestas candidatas eran engañadas con la promesa de que, una vez hubiesen superado dichas pruebas, percibirían un sueldo de 1.900 € mensuales. El autor enseñaba a sus víctimas fotografías e insignias militares, videos con secuencias bélicas, diferentes dispositivos electrónicos, así como las armas que poseía, con el fin de convencerlas de su condición de agente secreto.
También se ocupaba de indicarles las diferentes fases que tenían que ir superando y en una de ellas les requería a sus victimas que les entregase la mayor cantidad de oro de las que dispusieran, llegando a proponer, como última prueba, favores sexuales.
Todas las victimas fueron obligadas a mantener en secreto todas estas acciones, amenazándolas si en algún momento desvelaran lo ocurrido. Una vez identificado y localizado el presunto autor de estos hechos, se procedió a su detención, acusado de los delitos de usurpación de funciones públicas e intrusismo, estafa, amenazas y tentativa de abuso sexual.