Estados Unidos está ultimando, junto a sus aliados – entre los que figuran Turquía y varios países árabes – un ataque contra Siria como respuesta al uso de armas químicas por parte de las tropas gubernamentales. Según ha trascendido en varios medios estadounidenses, ya se habría aprobado una lista de posibles objetivos del ataque – centrada en las instalaciones del ejército sirio – que únicamente está pendiente de la orden del presidente Obama.
Prueba de que este ataque podría desatarse en pocos días son el convencimiento de la Casa Blanca de que el armamento químico contra la población civil fue usado por el régimen de Assad – que Estados Unidos cree que dispone del mismo – el secretario de Estado, John Kerry, en la más clara indicación hasta la fecha de las intenciones de su Gobierno, ha manifestado este lunes que ese ataque fue “una obscenidad moral” que “debe de sacudir la conciencia del mundo”, y advirtió que Obama está decidido a que el régimen, a quien Washington considera culpable, “responda por esa atrocidad”. Kerry ha afirmado que “todas las pruebas indican que se usaron armas químicas la semana pasada”, y ha asegurado que, desde se produjo el ataque, sus autores han tratado de ocultar las pruebas, entre otras formas, volviendo a bombardear el lugar atacado previamente.
Otra señal de que la intervención estaría ya decidida es que el Departamento de Estado de Estados Unidos ha cancelado la reunión prevista para el próximo miércoles en La Haya entre diplomáticos estadounidenses y rusos debido a las “consultas en marcha” sobre el supuesto uso de armas químicas en la guerra siria. “La reunión ha sido cancelada debido a las consultas en marcha sobre la adecuada respuesta al ataque con armas químicas llevado a cabo el pasado 21 de agosto en Siria”, ha dicho un alto cargo de la administración norteamericana.