Los trabajadores de Povisa, siguiendo con las medidas de presión que realizan desde que se declararon en huelga el pasado día 19, iniciaron una sentada delante de la entrada principal – alrededor de las 2 de la tarde – que han mantenido durante todo el día – hasta pasadas las 10 de la noche y que ha obligado a cortar la rúa Salamanca, que da acceso al centro médico. La acción es la respuesta al pago de las nóminas de julio, con las nuevas retribuciones, tras aplicarse el convenio provincial, lo que ha supuesto, según los sindicatos, una rebaja en sus sueldos de una media del 40%.
La mañana de este miércoles más de 200 miembros de la plantilla se concentraron ante la sede de la Xunta, en Montero Ríos, tras manifestarse por toda la ciudad. Una vez allí exigieron entrevistarse con la delegada del gobierno autonómico, María José Bravo, que está de vacaciones. Durante el acto corearon lemas como “¿dónde está nuestro dinero?” y denunciaron que la Xunta “esté financiando a un centro privado y, cuando este aplica este recorte en las nóminas de sus trabajadores, se desentiende del problema”. Al término de la concentración lanzaron decenas de huevos contra la fachada de la delegación.