Mariano Rajoy cerró este sábado las intervenciones de los responsables del Partido Popular en la tradicional reunión de los populares – coincidiendo con el fin de las vacaciones de verano – en el Castelo de Soutomaior. En el acto el presidente nacional de los populares, quien tuvo un recuerdo para las víctimas del accidente de Angrois, aseguró que se sentía en su casa y agradeció el trabajo del partido en Galicia y disipó cualquier duda sobre un posible cambio de rumbo en la acción de gobierno.
El presidente insistió que el objetivo de este nuevo curso es la recuperación económica, “aunque la oposición, que nos ha dejado esto, no quiere ayudarnos a ello, nadie va a distraerme de ese objetivo y nadie va a lograr que cambie los planes que tracé en el discurso de investidura”. Rajoy recordó que hace un año dijo que la situación era difícil y que debían de tomarse decisiones difíciles, “este año nada ha sido fácil y hemos tomado muchas decisiones que sé que no han sido del agrado de mucha gente…pero tengo el convencimiento de que he cumplido con mi deber”.
El presidente del Gobierno justificó tales decisiones “y tantas reformas estructurales…tantas como nadie había hecho…y todo para que no se repita la triste historia de que España no sea el país donde peor van las cosas en tiempos de crisis”. Mariano Rajoy reiteró que nada es cuestión de un día y que las situaciones como esta se superan con trabajo continuado y los frutos acaban llegando, “los esfuerzos, y sé que los españoles han tenido que hacer muchos, nunca son inútiles…pronto tendrán ocasión de comprobarlo todos los españoles”.
“Dije hace un año que terminaríamos el curso mejor de como lo que empezamos”, continuó Rajoy, y defendió su gestión, en un tiempo récord, “¿de qué se hablaba en agosto de 2012?…se hablaba del rescate de nuestro país…hoy ya nadie habla de ello..y si se hace referencia todo son menciones positivas”. A juicio del presidente, hoy volvemos a financiarnos, porque España ha recuperado su imagen de país solvente; reiteró que ya no se habla de la “escalada la prima de riesgo”, hace un año el interés era de más del 7%, “hoy es del 4,5%”, y la prima de riesgo estaba por encima de los 600 puntos, “ahora está alrededor de 200…nos ahorraremos 5.000 millones de euros y gracias a eso podremos gastar 18.000 millones de euros más”.
Todo esto, reiteró, ha supuesto un cambio sustancial, y ha empezado a corregirse el déficit público, la inflación, la deuda externa, “hemos limpiado los escombros, el terreno y ya hay resultados: el déficit se ha reducido, nuestra deuda está bajando, el sistema financiero está en proceso de reestructuración, hay que recordar lo que nos dejaron aquí, la inflación está en el 1,5% , las exportaciones están al mejor nivel de la historia de España, lo mismo que el turismo y la inversión extranjera…estamos en la buena dirección, solo queda crecer y crear empleo”.
Rajoy aseguró que en los próximo meses el país saldrá de la recesión, y aunque reconoció que “falta muchísimo” para crear empleo, afirmó que hay datos muy positivos, “hay 340.000 parados menos, es el mejor dato desde que empezó la crisis”, a la vista de ello, repitió, que esta es la mejor prueba de que las cosas “aunque no están bien, están mejor que hace un año: lo dije y así ha ocurrido…cuando volvamos aquí dentro de 12 meses, las cosas estarán mucho mejor”. Para ello, advirtió, las reformas continuarán y se harán muchas y muy importantes, las primeras este mismo año. Antes de concluir su discurso, el presidente anunció lo que había venido a anunciar dar el titular que quería: “cuando vuelva el año que viene anunciaré una bajada de los impuestos”.
Sin hacer referencia a ninguno de los escándalos que sacuden a su partido y a parte de los miembros del Gobierno, incluido él mismo – mucho menos mencionar a Luis Bárcenas – y tras recalcar que se sentía orgulloso de todos y cada uno de los ministros, Mariano Rajoy concluyó dejando claro que nada va a cambiar, “no os quepa la más mínima duda: seguiré haciendo lo que dije que iba a hacer, contra viento y marea”.
