Según publica este viernes ‘El País’, el tren Alvia que hacía el recorrido Madrid-Ferrol y que descarriló el 24 de julio en Angrois registró una ‘conducción anormal’ desde su salida de Ourense. Este dato es parte de un informe de Renfe en el que se han volcado los registros de la caja negra.
El mismo indica que 25 minutos antes del descarrilamiento se activó, dos veces, el conocido ‘sistema del hombre muerto’ – el freno de seguridad que actúa cuando el maquinista pasa mucho tiempo sin accionar ningún mando -.
En el kilómetro 8,889, la caja negra detecta la activación por primera vez de este sistema – que se pone en funcionamiento cuando el maquinista no acciona varios mandos de la máquina cada 30 segundos -, lo que significa que Francisco Javier Garzón, pese al aviso de la señal acústica que advierte de que el ‘sistema del hombre muerto’ va a reducir la velocidad del tren, no activó los mandos, lo que hizo que, en apenas dos segundos, el convoy pasase de una velocidad de 110 km/h a 48.
Menos de dos minutos después, vuelve a pasar lo mismo, salta el freno de seguridad y la velocidad del tren pasa de 109 a 86 km/h – puesto que este sistema, en el caso de los Alvia no frena el tren completamente, permitiendo al maquinista volver a tomar los mandos del mismo antes de que se detenga -.
