Algunos miembros del Ejército – reconocibles por que no deberían seguir en él y por un tufo a rancio que tira pa´atrás – parecen haber vuelto a aquellos tiempos. Al menos a la vista de la información publicada por el diario ‘El País’ y a la que se refiere la periodista Carme Chaparro en su blog. La misma empieza el 8 de marzo de 2012, cuando el Tribunal Militar Central dicta una sentencia sin precedentes al condenar a un coronel a dos años y 10 meses de prisión por un delito de “abuso de autoridad y trato degradante” a una capitán que estaba a sus órdenes.
La sentencia del tribunal militar declaró probado que el coronel actuó con “grave menosprecio de la condición femenina de la víctima” y que sus actos – entre ellos tocamientos e insinuaciones – eran “claramente atentatorios de su libertad sexual”. Dicha condena al coronel, fue ratificada por el Supremo.
Sin embargo, la capitán ha tenido que sufrir desde entonces por una persecución impulsada por antiguos amigos o compañeros de promoción del acosador y, como último acto de este ‘proceso’, un juzgado togado militar de Madrid ha abierto diligencias contra ella por un presunto delito de deslealtad, que el Código Penal Militar castiga con penas de hasta seis años de prisión.
La acusación es que la capitán habría manipulado las fechas en la solicitud de permiso que presentó mientras estaba en el curso de ascenso a comandante… claro que parece que el tribunal este no ha tenido en cuenta que, entonces, la capitán había pedido dejar el curso y estaba de baja psicológica.