No es la primera ni la segunda, ni la tercera vez que estos actos se repiten. No hay más que recordar lo que opinan algunos dirigentes de extrema derecha que ocupan puestos en ayuntamientos como el de Beade, Baralla o Cadiar, en Granada.
A ellos se suma ahora el de Quijorna-en Madrid-, cuya alcaldesa ha asegurado que no vio cruces gamadas, stands con pancartas que ponían, “¡Saludo a Franco! ¡Arriba España!”, insignias nazis- cuya venta está prohibida en Alemania – cuando visitó la exposición ‘militar’ que se organizó, ni más ni menos, que en un colegio de esta localidad de 3.000 habitantes.
Pese a que la regidora, Mercedes García, esbozó una disculpa, “no había ninguna intención de herir los sentimientos de nadie. Cuando visité la exposición, no me di cuenta de que hubiera banderas predemocráticas o cruces gamadas. No iba con esa idea de fijarme”, su comportamiento posterior la delata.
En primer lugar el de su teniente de alcalde, , José Luis Pérez Maroto quien, como indica El País, aseguró que se trataba “de una exposición militar, igual que la que el Ifema de Madrid organizará a finales de octubre, solo que 50 veces más pequeña. Si esta es ilegal, la del Ifema también”. Pérez Maroto, no contento con ello se retrató así, “no podía decir de él si era bueno o malo. No puedo opinar de algo que no he vivido”. “Militaria era la organizadora y no el Ayuntamiento. Fue una exposición de historia, ¿o es que vamos a renunciar a la batalla de Bailén?”.
Para rematarlo, al día siguiente la señora alcaldesa acudió a rendir homenaje – entre decenas de personas vestidas con estética falangista: camisa azul y boina roja- ante un monumento por los “caídos por Dios y por España en la defensa de Quijorna del 6 al 8 de julio de 1937”, exactamente, a los caídos del bando nacional en la batalla de Brunete.