El teólogo suizo Hans Küng, al que el papa Juan Pablo II inhabilitó para oficiar por sus posturas críticas frente al Vaticano, se plantea recurrir al suicidio asistido para poner fin a su vida, ante la progresión que sufre de la enfermedad de Parkinson. “No quiero seguir viviendo como una sombra de mí mismo”, escribe en el tercer y último volumen de sus memorias, según un avance difundido ayer por su editor alemán.
Küng, de 85 años, sufre Parkinson en estado avanzado y teme perder pronto y completamente la visión, ante lo cual considera la posibilidad de ponerse en manos de una clínica suiza donde practican los suicidios asistidos. “El ser humano tiene el derecho a morir cuando ya no tiene ninguna esperanza de seguir llevando lo que según su entender es una existencia humana”, escribe el teólogo y catedrático de la Universidad alemana de Turingia.