Un agente de la Policía Nacional, destinado en Madrid, salvó de morir ahogada a una mujer en la localidad alicantina de Guardamar de Segura. El agente, que estaba de vacaciones, estaba en el la playa cuando vio a una mujer ya mayor que se metía en el agua y, a los pocos minutos se dio cuenta de que estaba flotando, boca abajo, a unos 50 metros de la orilla.
Al momento se metió en el mar, llegó hasta ella y la llevó hasta tierra donde observó que tenía la cara hinchada y los labios morados. De inmediato, la puso en posición lateral, logrando que empezase a toser y expulsase el agua que había tragado, llamando, al tiempo, a los servicios médicos, que trasladaron a la mujer al hospital de Torrevieja donde fue ingresada.