Ha pasado lo que se sabía que iba a pasar: Vettel ha logrado su cuarto campeonato del mundo de Fórmula 1, a una edad en la que Fangio no había competido por primera vez y a la que Schumacher aún no había conseguido el primero de los siete mundiales.
El Red Bull funcionó a la perfección y el alemán no tuvo un solo problema, ni siquiera el poner en un compromiso a su escudería, a la vista de la estupenda carrera que estaba haciendo su compañero, MarK Webber, que abandonó a 20 vueltas para el final.
Por detrás, Fernando Alonso no fue rival para nadie. El asturiano vio saltar parte de su alerón en la salida, tras un toque con Webber y desde ahí no hubo mucho que pudiese hacer, salvo ir subiendo posiciones para dar la batalla que queda: el campeonato de constructores, y hacerse con algún punto.
El resto del Gran Premio de la India- que parece ser el último que se disputará en este país- no tuvo historia, salvo que Alonso ve en peligro el subcampeonato y Ferrari lograr esa misma posición en el mundial de marcas.