“No, no, no se trata de una privatización, sino de un nuevo servicio público que, al igual que otros, puede ser gratuito o estar sujeto a un precio”. Esto ha asegurado este jueves el ministro de Justicia al presentar la reforma del Código Civil que autorizará matrimonios ante notario fijando un arancel de 95 € por enlace. Además, los notarios –que han visto rebajados sus ingresos después del desplome del mercado inmobiliario- también podrán divorciar eso sí, siempre que el matrimonio no tenga hijos menores y se produzca de mutuo acuerdo entre la pareja.
Alberto Ruiz-Gallardón, en rueda de prensa posterior al Consejo de Ministro, ha explicado que con esta medida se acabará con un problema que nos quita el sueño: las listas de espera del Registro Civil y ello, ha asegurado “con un coste asumible dentro del coste general de celebración de una boda”. Para ilustrarlo ha recordado que los 95 € suponen un precio inferior al propuesto por algunos ayuntamientos que optan por cobrar estos servicios -puesto que son libres para fijar tasas por matrimonio-.
“Con esta medida los registros civiles se verán descongestionados como ya pasó cuando se habilitó a los ayuntamientos y la idea es que no haya diferencia en la calidad del servicio”, ha recordado el ministro, quien ha apuntado que también supondrá ventajas como el hecho de que a partir de ahora pueda desplazarse el notario -no especifica si estaría dispuesto a vestirse de Elvis-, algo que resultaba imposible para otros funcionarios públicos.