A Fernando Alonso le ha venido muy bien quitarse toda la presión que tenía hasta ahora. Ha mejorado su conducción y parece que no le importa ya gran cosa lo que pase con su actual compañero, Felipe Massa que, curiosamente, hace ahora lo que no hizo en toda la temporada: correr.
Quizá por esto, el piloto asturiano se ha centrado en su objetivo: atar el subcampeonato del mundo e intentar darle todos los puntos posibles a Ferrari para que la escudería italiana sea la segunda en este Mundial.
Lo primero va bien…empezó a hacerlo cuando Kimi Raikkonen tuvo que irse –literalmente porque ni se quedó en el circuito- de la carrera tras un fallo en su Lotus y mejoró cuando Alonso voló en la última parte de la carrera –haciendo incluso los mejores tiempos de la misma– detrás de Lewis Hamilton (Mercedes), y saliendo de boxes como un misil teledirigido sacudiéndose a Massa y lanzándose a por, tampoco hay que echar las campanas al vuelo, a por el quinto puesto tras Di Resta, en dos adelantamientos que recordaron al mejor Alonso de la temporada.
Por supuesto, la prueba se la llevó el flamante campeón de este año, Sebastian Vettel – que ha igualado el récord de victorias consecutivas de Schumacher, 7-, seguido de su compañero, Mark Webber , Nico Rosberg (Mercedes) y Romain Grosjean (Lotus).