Según fuentes judiciales, Santiago Sañé, socio de BDO Auditores, ha declarado ante el juez de la audiencia Nacional, Pablo Ruz, que existía una contabilidad B en Pescanova, en la que se incluían cuentas bancarias desconocidas por los auditores, que estaban a nombre de sociedades extranjeras, pertenecientes a la multinacional, radicadas en España.
Existían dos ‘Pescanovas’, la oficial, la que era auditada por BDO, y la oculta, en la que se reflejaban transacciones a las que no tenían acceso los auditores, según ha indicado Sañé.
El socio de BDO, que ha declarado como imputado por un presunto de delito de falseamiento de información económica-financiera –y que firmó los informes emitidos por la auditora en los ejercicios 2009, 2010 y 2011- ha recalcaldo que el inmenso volumen de facturación falsa estaba oculto en un sofisticadísimo sistema pensado para engañar a bancos, auditor externo, consejeros, accionistas y mercado, en el que colaboraban sociedades instrumentales dirigidas por directivos de Pescanova.
Santiago Sañé ha afirmado que los procedimientos estándar de auditoría no están diseñados para detectar fraudes diseñados y organizados como el que se ha desvelado en la multinacional pesquera.
En relación con los problemas de tesorería de Pescanova – que según el informe de Deloitte cuenta con una deuda de más de 3.674 millones de euros y un agujero patrimonial de 1.667 millones de euros- Sañé ha afirmado que nadie le informó nunca de los graves problemas que tenía la pesquera, que sí conocían Fernández de Sousa y sus directivos.
