La Fórmula 1 se ha vuelto un aburrimiento…y una oportunidad para dormir durante las carreras. Todas son iguales y la emoción casi está en ver si los mecánicos no cometen un error cuando cambian los neumáticos o si ‘Seb’ repite los ‘donuts’ al final.
Este domingo no ha sido distinto. Se ha cumplido el guión y Sebastian Vettel se ha ido, como siempre, en las primeras vueltas y punto. Por detrás es lo del resto delos grandes premios: saber si Webber llega el segundo y prever que el tercero sea Hamilton, o Rosberg – menos mal que existe Grosjean- y que Fernando Alonso haga uno de esos ‘milagros’ que le atribuyen semana tras semana y quede en un insípido quinto, sexto o séptimo puesto. Para esto, mejor poner una película o aprovechar para planchar o hacer la cena.
Eso es lo que ha sido el Gran Premio de Estados Unidos…¿el ganador?…Vettel, por supuesto, que ya lleva 8 victorias seguidas- algo inaudito en la Fórmula 1- y que, seguramente, también ganará en Brasil. En el mundo de los demás todo sigue igual y quitando que Alonso ya es subcampeón –demasiado teniendo en cuenta lo que es capaz de hacer el coche que le ha tocado en suerte- segundo ha acabado Grosjean y tercero Webber…el resto ha llegado por detrás.