El ex presidente ha asegurado, al diario ABC, que nadie le llamó a su casa el fin de semana, que no fueron por su domicilio y que ni se molestaron en pasarse por la farmacia de su mujer, en el centro de Valencia, para dejar recado de que debía de ir a declarar. Parece ser que Francisco Camps, quien dijo haber hecho “vida normal” el sábado y domingo, tampoco vio la tele, escuchó la radio o se conectó a Internet, donde los medios de comunicación relataban que el juzgado no era capaz de localizarlo.
La realidad es que, finalmente, Camps, quien optó por declarar por escrito el domingo a las 11 y media, en el lugar que él señalase – una opción que le ofrece la ley en virtud de su condición de ex president de la Generalitat – debía de comparecer como testigo, esto es solo, sin asistencia de un abogado y, a diferencia de los imputados, con la obligación legal de decir la verdad.
En ello estuvieron de acuerdo el fiscal, Pedro Horrach, y el juez que instruye el ‘Caso Nóos’, José Castro – quienes ya habían tratado de imputarlo en el caso, algo que no permitió el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJCV) – Por ello, fue citado como testigo: juez y fiscal intentaban evitar que ex president pudiera contrastar su relato con las respuestas de otros imputados o testigos….algo que ya ha podido hacer pues, el sábado declaró ante el juez, el fiscal y los abogados de las partes la alcaldesa valenciana, Rita Barberá , lo cual le facilitará en evitar contradecir su versión con la de la alcaldesa.
Sea como fuere, Francisco Camps deberá dar explicaciones de sus decisiones en relación con los negocios del yerno del Rey, su socio, Diego Torres, y con el ‘Instituto Nóos’,ambos imputados tras embolsarse cerca de cuatro millones de euros con tres ediciones del Valencia Summit y unos Juegos Europeos que nunca llegaron a celebrarse.