Siete meses. Eso es lo que ha permanecido en el cargo el secretario general del sindicato Unión General de Trabajadores de Andalucía (UGT-A). Este viernes, como ha adelantado la Cadena Ser, Francisco Fernández Sevilla ha presentado su dimisión acorralado por los escándalos de financiación irregular, gastos de fondos públicos destinados a formación de parados, falsificación de facturas o desvío de subvenciones a actividades como la compra de regalos para afiliados y directivos, publicidad, viajes y hasta presuntos sobresueldos.
Todo ello ha hecho que la propia Junta de Andalucía haya anunciado que reclamará al ‘sindicato’ alrededor de 1.800.000 € que, el gobierno andaluz, entiende que se desviaron de las ayudas que le fueron otorgadas por la anterior Consejería de Empleo.
Esta circunstancia no ha dejado más salida a Fernández Sevilla quien no ha podido retrasar más la asunción de responsabilidades – tal y como pretendía hacer, con el apoyo del secretario general de UGT, Cándido Méndez-.