Según informa este lunes ‘El Mundo’, el Gobierno estudia una reforma fiscal que reduzca los impuestos al trabajo y suba los que gravan el consumo, tal y como le ha pedido la Unión Europea. Ello no supondría una nueva subida del IVA pero sí su aplicación a más productos.
Además de ello, el Ejecutivo atendería la ‘recomendación’ del Fondo Monetario de aumentar la recaudación mediante impuestos a la propiedad. El FMI- que no ha propuesto una sola idea para salir de la crisis que haya funcionado- señala que para España hay “fuertes argumentos” para elevar los impuestos a la propiedad y obtener más ingresos.
La realidad es que algunos países ya han empezado a darle vueltas para introducir este nuevo impuesto, que gravará la propiedad y todos los bienes de los grandes patrimonios de una forma distinta a la del Impuesto de Patrimonio actual, cedido a las autonomías, pero que tiene un valor más censal que resultados recaudatorios. En la actualidad en el IRPF computan como renta presunta las segundas o más viviendas con un 2% ó un 1,1% del valor catastral dependiendo de la actualización del valor. Pero no se aplica en otros activos.