Cuando este viernes, el Consejo de Ministros apruebe la congelación del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) para 2014, dejándolo en 645,30 € mensuales, el mismo habrá perdido 5,5 puntos de su capacidad adquisitiva en cuatro años y se alejará del compromiso suscrito por España en la Carta Social Europea de que alcance el 60% del salario medio – que es de 15.600 € anuales-.
Como adelantó vigoalminuto el pasado 7 de octubre, la congelación del SMI, se suma a la del Indicador Público de Rentas con Efectos Múltiples (Iprem), índice que se utiliza como referencia para la concesión de becas, ayudas, subvenciones o el subsidio por desempleo, entre otros, según consta en el proyecto de Presupuestos Generales del Estado (PGE).
Hay que recordar que la inflación se situó en el 0,2% en noviembre, tras el efecto escalón de la subida del IVA del pasado año, sin embargo, durante la primera mitad del año los precios subieron más de un 2%, -sin contar con el incremento del recibo de la luz, el transporte, los libros, los medicamentos, el IRPF en todos los tramos, al tiempo que se suprimió la desgravación por compra de vivienda y se creó un impuesto sobre el ahorro-.
Hace un año el Gobierno decidió subir el SMI para 2013 un 0,6%, lo que explicó en que se trataba del incremento máximo de los salarios pactado en el II Acuerdo para el empleo y la negociación colectiva para el periodo 2012-2014. Aun así, el Salario Mínimo español es uno de los más bajos de la UE-15 (por hacer algunas comparaciones, en Luxemburgo es de 1.874 €, en Holanda de 1.769; Bélgica, 1.502,Irlanda de 1.462 €, en el Reino Unido de 1.264, Grecia 684 € o Portugal, 566) : bordea el umbral de la pobreza en hogares con un solo miembro y que se sitúa por debajo del mismo en hogares integrados por, al menos, dos personas.