Una médico del centro de salud de Dos Hermanas, en Sevilla, fue a trabajar el día de Navidad con una tasa de alcohol casi cuatro veces superior a la que se permite para conducir. Presentaba 0,91 mililitros de alcohol por litro de aire espirado.
Los pacientes, al notar que la persona que les atendía tenía síntomas de haber ingerido, presuntamente, una gran cantidad de alcohol, denunciaron los hechos. Alguno declaró que la doctora intentó ponerle anestesia en el ojo.
La Policía se personó en el centro de salud con un etilómetro similar al que utilizan los controles de alcoholemia de tráfico. La Junta de Andalucía ha abierto una investigación interna y, de confirmarse que trabajó estando ebria, tomarán medidas disciplinarias. Además la Consejera de Salud de la Junta de Andalucía, María José Sánchez, ha pedido disculpas a los usuarios que pudieran verse afectados por este comportamiento “en caso de que los hechos respondan a la realidad”.