En vigoalminuto, el día 31 de diciembre nos dedicamos a recordar y el 1 de enero, como no trabajamos, nos esforzamos en olvidar.
Hoy hemos recordado que ni de coña creímos que el jueves que viene fuésemos a empezar nuestro 5º año. En 2009 había cuatro ideas básicas, mucha inconsciencia –que ha heredado toda el becario, bendito sea- arrogancia y huevos. Sigue la arrogancia- a la baja- los huevos han encogido un poco y tenemos ya cinco ideas, las cuatro del principio y la mejor: quienes nos habéis traído hasta aquí sois quienes habéis querido confiar en nosotros.
Os habéis portado bien…demasiado bien. Tanto como para que, contando, hayamos visto que 18.804 personas nos sigan cada día- y eso solo en las redes sociales- exactamente 18.800 más de las que teníamos previstas. Como diría De Niro en ‘Una terapia peligrosa’, “tú…sí, tú…eres, bueno, sí, sí…eres bueno…eres muy bueno”. Gracias. Muchísimas gracias.
Hoy nos hemos acordado de todos a los que hemos querido ayudar contando sus problemas, algunos de ellos con unos problemas de la hostia: los Afectados por las Preferentes, con los que hemos pasado dos años; los trabajadores de Freiremar, de Pórtico, los de Povisa o los del Naval, los responsables de AFAN, los pacientes del Xeral y del Meixoeiro o l@s 34.047 parad@s que hay en esta ciudad, la gente honesta, que no son ni de la misma especie que la manada que, desde puestos públicos se ha dedicado a la estafa, el tocomocho el fraude y el saqueo …y nos hemos acordado, siempre nos acordamos de él, de Ramón Ortega y de su madre, que desde hace 5 años se pregunta qué le pasó a su hijo.
Por supuesto, hemos tenido presentes a quienes no están hoy: tres que trabajan en lo mismo que nosotros y no pueden volver a casa: Javier Espinosa, Ricardo García Vilanova y Marc Marginedas, los tres periodistas, secuestrados en Siria.
Y recordamos de los que no van a sentarse más con nosotros, todo lo acojonante que se nos ha pegado de ellos, que ya es parte nuestra, y lo que nos jode añorarlos en lugar de abrazarlos.
Este día 1 nos dedicaremos a olvidar a los hijos de perra, a los que critican sin aportar nada, a los ‘indignados’ de camilla y chucho faldero, a los trepas y gualtrapas, a los vendedores de alfombras turcas, a los desfalcadores, a los que juegan sin arriesgar o lo hacen arriesgando lo que es de otros; a los cínicos, a los que no creen en lo que hacen, a los intolerantes, a los que comparten cerebro, a los de una sola idea, a los convencidos de que tienen derecho a decidir sobre la vida de los demás, a los cotillas, a los opinantes que ejercen de periodistas, a los fantasmas, a los que confunden insultar con discrepar, a los lameculos, a los que van de solidarios desde las páginas de los periódicos y a los que no tienen memoria, conciencia, decencia ni humildad.
El día 2, volveremos para seguir haciendo nuestro trabajo… nos esforzaremos para que sea mejor. Que os salga un buen año.