Eso asegura el Gobierno en una respuesta parlamentaria a preguntas de Amaiur. Interior persisite en la necesidad de esta alambrada con cuchillas, en la parte superior de las vallas de la frontera de Melilla y de Ceuta, y recuerda que dicho sistema se instaló ya en 2005. “La concertina constituye un medio adicional de seguridad que contribuye a impedir que se produzcan intentos de entrada irregular en el territorio español“, indica el Gobierno.
“Ha sido instalada a una altura de seis metros y se combina con un dispositivo previo ‘anti trepa’ cuya finalidad es que se alcance el nivel superior y, por tanto, el contacto con aquella”.
El Ejecutivo recuerda que el Consejo de Ministros aprobó el 13 de octubre de 2005 autorizar al Ministerio del Interior la contratación por procedimiento de urgencia de “medidas dirigidas a reforzar las fronteras” de las ciudades autónomas por un importe de 28,1 millones de euros.
El 14 de octubre de ese mismo año, la Secretaría de Estado de Seguridad, dirigida entonces por Antonio Camacho, acordó la contratación de “diversas obras, suministros y servicios” por importe total de 12 millones de euros que incluían el “reforzamiento y recrecido del vallado exterior” de los perímetros de Ceuta –por 4,7 millones- y Melilla -4 millones- incluyendo la colocación de la concertina.
El 25 de octubre, aprobó la contratación de la construcción de una llamada sirga tridimensional -sistema de cables y alambre colocado en el espacio entre la doble valla de la frontera- por un total de 13,9 millones de euros, y se amplió, en julio de 2006 a todo el perímetro fronterizo, invirtiendo 7 millones de euros más.
“En 2007 se adopta la decisión de eliminar la concertina existente en la valla exterior del perímetro de Melilla, sobre todo en los tramos más sensibles. Sin embargo, nunca se retiró la llamada concertina de superficie”.