Según recoge este martes ‘El País’, más de 6.000 páginas de documentos explican con detalle los centenares de abusos cometidos por hasta 30 curas católicos de la Archidiócesis de Chicago- la tercera en tamaño de los Estados Unidos- han sido hechos públicos hoy mismo.
En estas páginas se describen actos vejatorios que se realizaron durante décadas, por los que estos sacerdotes nunca pagaron o llegaron a ser juzgados y que demuestra que la Iglesia tenía conocimiento de los mismos y los ocultó.
Para hacerlo, los obispos y arzobispos consintieron y taparon estos abusos trasladando a los curas – que según las víctimas podrían ser no 30 sino 65- de parroquia en parroquia, escondiendo sus acciones y evitando que fuesen denunciados o investigados.
Los documentos incluyen comunicaciones internas entre miembros de la Iglesia; testimonios acerca de los actos vejatorios concretos; reuniones para hablar de los casos, y cartas de curas arrepentidos.
El actual responsable de la archidiócesis, el cardenal Francis George, ha indicado que los casos relatados son anteriores a 1996, pero la realidad es que hay varios posteriores a 1997, es decir, después de su nombramiento como arzobispo, algo que el mismo admitió en 2008, como parte de la demanda civil, durante la cual reconoció que ocultó tres casos: el sacerdote Joseph Bennett –acusado de abusar sexualmente de dos hermanas entre 1967 y 1973-; el del cardenal Norbert Maday –que fue encarcelado en Wisconsin en 1994 tras acosar sexualmente a dos niños-, y el de David McCormack, que fue declarado culpable en el año 2007 de abusar de cinco niños.