La Policía Nacional ha solicitado al Juzgado de Instrucción número 4 de Sevilla el traslado a un hospital del asesino de Marta del Castillo, para someterle a un test neurológico, conocido como el ‘test de la verdad’ para saber dónde está el cuerpo de la joven.
Cuando se cumplen cinco años del asesinato de Marta, la Policía no ha abandonado su empeño encontrar los restos de la chica y para ello recurre a este método que se ha practicado recientemente en una prueba similar realizada a un hombre que asesinó a su esposa.
Se trata de una prueba neurológica llamada P 300, consistente en la utilización del aparato de electroencefalografía (EFG) del servicio de neurofisiología clínica del Hospital Universitario Miguel Servet de Zaragoza.
La Policía Nacional argumenta que esta prueba no supone la violación de ningún derecho personal de Carcaño sino que busca comprobar que el sujeto que se somete a ella tiene recuerdos sobre las cuestiones que se le plantean, en este caso, el lugar en el que abandonó el cuerpo de Marta del Castillo.
A lo largo de estos cinco años, Miguel Carcaño ha ofrecido múltiples versiones sobre los hechos, tanto de lo que le sucedió a Marta del Castillo como del lugar en el que escondieron su cadáver. Estas versiones han llevado a la Policía a buscar en el Río Guadalquivir, en el vertedero de Alcalá de Guadaira, en la localidad de Camas y en la Finca de la Rinconada, para lo que se empleó incluso un georadar.
Carcaño, en prisión desde 2009, fue condenado en febrero de 2013 por el Tribunal Supremo a 21 años y tres meses de cárcel por el asesinato de la joven. Actualmente se encuentra ingresado en el Centro Penitenciario de Herrera de la Mancha, en Ciudad Real.