54 españoles se sentarán en el Parlamento Europeo– formado por 766 diputados- tras las elecciones del próximo mes de mayo. Y no es de extrañar que haya codazos por ocupar uno de los puestos de salida en las listas, a la vista de lo ‘provechoso’ que ello resulta, más aún en un país con casi 6 millones de parados, con un 22% de la población- más de 10 millones de personas, en riesgo de pobreza-donde conseguir un trabajo no garantiza salir de ella o en el que la cuarta parte de los contratos laborales que se firman duran menos de una semana.
Y es que los ‘eurodiputados’ disfrutarán de un sueldo de 8.000 € mensuales más 304 € de dieta por cada día pasado en el despacho. A ello sumarán otros 4.300 € mensuales para gastos de oficina, gastos que no deben justificar. Además, se le asignarán otros 21.200 € al mes para contratar personal de su confianza, pudiendo elegir para esa labor a su cónyuge, a familiares, amigos o amantes. Pensión garantizada con solo cinco años de trabajo. Viajes gratis, en tren o avión, en clase business. Trabajo solo de lunes a jueves y 134 días laborables al año- los 231 restantes, libres-.
Además de los 766 diputados-56 de ellos españoles- en las elecciones de mayo están en juego los puestos creados ‘a dedo’ por ellos, una media de 4 por diputado, lo que hacen 3.000 en total –unos 224 en el caso de España-, puesto que cada una de sus señorías puede nombrar, libremente, 3 asistentes –alguno más si forma parte de la ‘mesa’ del EuroParlamento, que cuenta, en la actualidad con 14 vicepresidentes, o si está adscrito a la dirección de alguno de la decena de grupos políticos de la cámara.