La Organización Mundial de las Naciones Unidas (ONU) solicita a la Santa Sede que “retire inmediatamente” a todos los miembros del clero que cometiesen pederastia y los entregue a las autoridades civiles, en lugar de traspasarlos entre diócesis con el fin de ocultar sus delitos. El Comité de los Derechos del Niño explica que “debido a un código de silencio bajo pena de excomunión entre los sacerdotes, los abusos sexuales a niños rara vez han sido denunciados a las autoridades en los países donde ocurrieron”.
En septiembre de 2009, el representante de la Santa Sede ante Naciones Unida, Silvano Tomasi, indicó que 440.000 miembros del clero católico (curas, presbíteros, diáconos y obispos) estaban involucrados en delitos sexuales a niños, que representa entre el 1,5 y el 5% del sacerdocio. Sin embargo, la Santa Sede no reveló información sobre los autores.
La Comisión considera que el Vaticano incumple los derechos fundamentales del menor, “han adoptado unas prácticas públicas que conducen a la continuación del abuso y a la impunidad de los perpetradores”.
Por su parte, Silvano Tomasi, ha calificado el informe como “distorsionado, injusto e ideológicamente sesgado”. En una entrevista a Radio Vaticano, el arzobispo ha manifestado que las ONG´s que apoyan el matrimonio homosexual probablemente han influido en el documento del comité. Asimismo, ha manifestado que no puede pedir a la Iglesia que cambie sus enseñanzas morales “no negociables” en temas como el aborto o los métodos anticonceptivos.
El informe también hace referencia a los menores robados en España. “Miles de niños han sido arrebatados a la fuerza de sus madres por miembros de congregaciones religiosas católicas en varios países, para ser trasladados a orfanatos o entregados a padres adoptivos”. Se realizará una investigación interna para compensar a las víctimas y sus familias.
