Cultura

El país de la siesta criticado por The New York Times

Fotografía: Elhematocritico

La cabezadita de 5 minutos tras el postre, castiza tradición española dónde las haya, es calificada por The New York Times como una medida que contribuye a disminuir la productividad de quienes las disfrutan.

El artículo «España, el país de las cenas a las 10 P.M, preguntaos si no es hora de cambiar los horarios» a mano del periodista Jim Yardley repasa nuestra forma de vida para no dejar títere con cabeza a las costumbres arriesgadas de cenas tardías o el esperado prime-time televisivo que comienzan a las 22:00 horas, momento que en varios países se preparan para irse a dormir.

El experto en la materia expone que carece de sentido en un país que «trata de recuperarse de una grave crisis económica», añade que introducir un horario más eficiente podría generar consecuencias positivas para el progreso.

Consultado por el periodista, el presidente de la Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios Españoles (Arhoe), Ignacio Buqueras, declaraba que “la medida de adelantar el reloj una hora debe ir acompañada de un cambio de hábitos”. La rentabilización del tiempo permitiría a los empleados salir antes del trabajo para una mayor conciliación familiar o dedicación a los asuntos personales. Es decir, la motivación como aumento de los índices de productividad.

El artículo se añade al escrito de otro rotativo, The Telegraph, que criticaba el descanso del sueño tras las comidas. De esta vez, optaban por recomendarnos adaptar el huso horario al británico, un sistema que España abandonó en el 1940.

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