Inmerso en la crisis política, en el país venezolano brotan con auge las manifestaciones para reivindicar aspectos económicos, sociales y argumentales. Durante la jornada de hoy, Caracas albergará una manifestación convocada por el líder opositor Leopoldo López, y se añade una segunda concentración promocionada por los los trabajadores.
El partido Voluntad Popular denunció casos de allanamiento y de amenazas en sus sede por parte de agentes policiales y de inteligencia, sin disponer de las órdenes judiciales necesarias. El gobierno culpabiliza de la violencia a Estados Unidos y a PV, que vincula con una posible provocación de un golpe de Estado.
El futuro de Nicolás Maduro se encuentran en entredicho. Por el momento, cuatro personas muertas tras las jornadas de violencia recientes. Habrá que remontarse a principios de febrero cuando comenzaron las primeras manifestaciones. El desencadenante, un intento de violación de una universitaria tachurense dentro de una facultad. La fecha, el 4 de febrero.
Días después, cientos de personas se movilizaron (estudiantes, ciudadanos y oposición) por la inseguridad instalada en los campus universitarios, sentimiento generalizado en otras zonas el país. Los registros cifraron 24.763 muertes violentas durante el 2013. Los manifestantes además expresaron su malestar contra la escasez de alimentos, la crisis económica y la corrupción.
El miércoles 12 de febrero, los estudiantes convocaron una gran manifestación en Caracas. Un grupo del movimiento tupamaro, el brazo armado de Hugo Chávez, abrió fuego contra los congregados, fallecieron cuatro personas. En la congregación, los atropellos se ha cobrado la vida de un joven de 17 años, José Méndez, cuando trataba de bloquear el tráfico. En el vídeo se puede ver el vehículo en un momento previo al atropello al estudiante, que ingresó en estado grave al hospital al fracturarse el cráneo.
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Los sentimientos son heterogéneos, los opositores desean la salida de Maduro a través de los mecanismos legales. Por su parte, la comunidad internacional (Naciones Unidas y Amnistía Internacional entre otros) exigen las investigaciones necesarias para aclarar los muertos, sin embargo, gobiernos como el ecuatoriano dieron su respaldo a al presidente venezolano.