Tras una jornada violenta en Kiev que se ha cobrado la vida de 26 personas, 10 de ellos agentes policiales, el Ministerio de Defensa ucraniano procederá a reforzar la seguridad de las instalaciones militares para evitar el robo de armas durante las protestas antigubernamentales. El director del SBU, Oleksander Yakimenko, ha comunicado que “se están incendiando tribunales, destruyendo apartamentos privados y matando ciudadanos pacíficos”.
Tras la ocupación de los grupos extremistas en edificios oficiales y depósitos de armamento, en los cuales se hicieron con el poder de 1.500 armas y 100.000 cartuchos, el Servicio de Seguridad del Estado de Ucrania (SBU) anunció el lanzamiento de la operación antiterrorista en todo el país.
La policía inició el asalto a la plaza principal de Kiev denominada de la Independencia (Maidán). Ante los lanzamientos de cócteles molotov de los manifestantes, los agentes dispararon cañones de agua, granadas de aturdimiento y gases lacrimógenos para disgregar a los manifestantes.
El presidente ucraniano, Víktor Yanukóvich, ha calificado los enfrentamientos como una “usurpación del poder”. Rusia recalca que los disturbios se consideran un intento de golpe de Estado” y solicita al resto de países que no intervengan, exigiendo a la oposición ucraniana que negocie sin condiciones. Se ha convocado una reunión de emergencia a las 23:00 horas entre el presidente, Víktor Yanukóvich, y tres líderes de la oposición.
El periodo de violencia ha provocado reacciones de gran calibre a nivel internacional. El presidente de Francia, François Hollande, junto a la canciller alemana, Angela Merkel, amenazaron con sanciones a los responsables de los actos, que no consideran suficientes, “hay que relanzar un proceso político, y buscamos todos los contactos posibles, principalmente en la dirección de Rusia”, ha subrayado Merkel. Los jefes de estado francés, alemán y belga visitarán Kiev mañana. La Unión Europea y EE.UU solicitaron la apertura de negociaciones políticas. Por su parte, Rusia culpabiliza a los políticos occidentales de instigar los disturbios, colocándose en el banco de Víktor Yanukóvich.
Ante el clima bélico el que se sumerge Ucrania, la Unión de Federaciones de Fútbol Europeas (UEFA) ha comunicado al Valencia que el partido de mañana ante el Dinamo de Kiev se disputará en la capital de Chipre (Nicosia). Encuentro que se disputaba por la ida de los dieciseisavos de final de la Liga Europa de la UEFA en la capital ucraniana.
La medida se presenta tras las declaraciones del presidente ucraniano, que declaraba para este jueves el día de duelo nacional por las víctimas fallecidas en los enfrentamientos entre la policía y la oposición armada. La medida incluye la prohibición de todos los eventos deportivos.