La funeraria Porters and Sons de Lexington, (Misisipi) declara sin vida a Walter Williams de 78 años y cual es su sorpresa, cuando momentos antes de su embalsamiento despierta en el interior de la bolsa plástica. El hombre, que iba a ser preparado para las honras fúnebres, comenzó a patear la bolsa donde lo habían depositado. Al instante se provocó el revuelo entre los trabajadores de la empresa especializada en tan delicados asuntos.
El forense sospecha que el marcapasos de Walter Williams pudo detenerse y activarse más tarde. El director de la funeraria, Byron Porter, manifiesta que nunca antes había contemplado un hecho similar. Superado el angustioso momento, lo extrajeron del recinto plástico y lo enviaron de inmediato al hospital.
El acontecimiento es considerado por la familia como un milagro. El sobrino, que fue partícipe del instante en que colocaron a su familiar en el interior de la bolsa, así como del cierre de la cremallera, no se cree que horas más tarde lo avisaran de su resurrección. La hija de Williams, Martha Lewis, afirmó: “No sé por cuánto tiempo más va a honrarnos y bendecirnos con su presencia, pero Aleluya, le damos las gracias ahora mismo”.