Así es, el cardenal lucense, de 77 años, dejará la cúpula de la Iglesia española después de haber agotado su mandato legal. Es previsible que, dado que ha superado, ampliamente, la edad de jubilación, el Papa también proceda a su sustitución al frente de la Archidiócesis de Madrid y ponga, así, punto final al periodo más conservador del catolicismo español desde la llegada de la democracia.
La Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Española (CEE) celebrará a partir del martes, 11 de marzo, y hasta el viernes 14 su reunión número 103, en la que se procederá a la renovación de todos los cargos para el trienio 2014-2017, excepto el de secretario general que se elige para un período de cinco años y que ocupa desde el pasado mes de noviembre el sacerdote José María Gil Tamayo.
Los obispos deberán elegir al nuevo presidente y vicepresidente de la CEE, puestos que hasta ahora ocupan el cardenal arzobispo de Madrid, el ultraconservador Antonio María Rouco Varela y el arzobispo de Valladolid, Ricardo Blázquez, respectivamente. También votarán a los nuevos miembros del Comité Ejecutivo y a los presidentes y miembros de todas las Comisiones Episcopales, Subcomisiones Episcopales, Junta Episcopal de Asuntos Jurídicos y Consejo de Economía.
Las elecciones tendrán lugar entre el miércoles 12 y el jueves 13 de marzo. En esta reunión de la Asamblea Plenaria tienen derecho a voto 2 cardenales, 14 arzobispos, 53 diocesanos y 11 auxiliares. El resto de los obispos -32 eméritos- pueden asistir, pero no tienen derecho a voto.