La fiscal Eva Calvete ha pedido este jueves, durante el primer día del juicio contra Francisco Álvarez Martínez por la muerte de su ex mujer, Cristina González Sacau, en su casa de Coruxo, el 11 de octubre de 2011, un total de 15 años de cárcel al considerarlo autor de un delito de homicidio- con agravante de parentesco-. La fiscal ha calificado el crimen como “cobarde, cruel y violento” y ha señalado que el acusado llegó a las 9 y media de la mañana a casa de su ex mujer, esperó a que ésta volviese de dejar a sus hijos en el colegio y tras iniciar una discusión le clavó, hasta cuatro veces, un cuchillo de cocina de 19 centímetros de hoja con la intención de matarla.
Para exculparse del crimen, simuló un robo, se cambió de ropa, metió ésta, el dinero que había cogido, el móvil y el portátil de su mujer en una bolsa y, dirigiéndose a su coche, que había dejado aparcado donde no pudiese ser visto, se dirigió a un camino forestal de Cans, en Porriño, donde quemó el dinero y la ropa manchada de sangre y enterró el móvil- tras quitarle la tarjeta- y el ordenador portátil de Cristina. Varias horas más tarde se entregó en la Comisaría de la Policía Nacional en López Mora donde reconoció que había matado a su ex mujer.
La acusación particular, ha subrayado que el acusado actuó con premeditación y alevosía, ha recalcado que Cristina no tuvo oportunidad de escapar, padeció un sufrimiento innecesario y, recalcó, cuando atacó a la víctima llevaba puestos dos pares de guantes e intentó similar un robo para no dejar huellas. A juicio del abogado de la familia de Cristina, Francisco lo preparó todo “y actuó de manera deliberada y consciente de lo que hacía”.
Por todo ello, considera que el acusado es responsable de un asesinato, además de daños y allanamiento de morada por lo cual pidió que fuese condenado a 22 años y medio de cárcel, que no pueda acercarse o residir en Vigo durante 10 años y que indemnice a los hijos de la víctima con 100.000 € a cada uno, a sus padres, con 20.000 € a cada uno y los tres hermanos de Cristina, con 6.000 €, cada uno de ellos.
Por su parte, el abogado de la defensa ha reconocido que Francisco mató a su ex mujer, aunque ha explicado que se trató de un homicidio involuntario, en el transcurso de un forcejeo. El letrado ha incidido en que el matrimonio se había roto cinco meses antes y que había sido su cliente quien había solicitado el divorcio tras descubrir una infidelidad de su mujer.
