Francisco Álvarez, acusado de haber matado a su ex mujer, Cristina González Sacau, en su casa de Coruxo el 11 de octubre de 2011, ha pedido perdón a la familia de Cristina y a sus hijos, al final del juicio que empezó hace una semana en Vigo. Francisco quien, como le indicó el juez, tenía derecho a decir la última palabra antes de que el juzgado popular se pronuncie sobre este caso, recalcó que nunca quiso hacer daño a su ex mujer, que ello no le interesaba porque suponía causar un gran daño a sus hijos.
En sus conclusiones, la Fiscal ha pedido que se incluyese el agravante de abuso de autoridad y el delito de allanamiento de morada y ha asegurado que la intención del acusado, el día que fue a casa de su ex mujer era matarla. La acusación desechó la versión de Francisco de que la muerte se produjo “accidentalmente” tras un forcejeo y añadió que su relato de los hechos “no se lo cree ni él mismo”, como ponen de manifiesto, indicó, los informes y declaraciones de los forenses.
El abogado de la familia de Cristina- que ejerció la acusación particular- reiteró lo que había dicho el primer día de juicio: que se trató de un asesinato que, subrayó, se cometió con ensañamiento y alevosía. El letrado señaló que el acusado estaba esperando a su ex mujer para matarla y lo hizo donde no pudo defenderse, en la entrada de la casa, llevándola, así a una “ratonera”. El abogado sostuvo que, según los informes forenses, Francisco no actuó movido por un arrebato sino que causo varios daños a Cristina- en referencia a los cortes que tenía en el cuello- antes de darle la cuchillada que la mató.
El abogado defensor se ciñó a su exposición del primer día asegurando que no había intención alguna de causar la muerte y repitiendo que todo lo que hizo su cliente aquel día fue un cúmulo de errores, desde entrar en la casa hasta acabar simulando un robo. En sus conclusiones calificó el hecho como un “accidente trágico” y pidió la absolución de Francisco o, de no ser así, que se calificase el delito como homicidio involuntario, que llevaría aparejada una pena menor permitiendo que el acusado, que está en prisión desde octubre de 2011, quedase en libertad.