Gobernó cuatro años y siete meses, con cinco gabinetes distintos y 58 ministros tras ser nombrado presidente del Gobierno el 3 de julio de 1976, en sustitución del ultrafranquista Carlos Arias Navarro cargo para el que fue, finalmente, elegido tras las primeras elecciones democráticas, el 15 de junio de 1977.
Antes de eso, desde el Gobierno, impulsó la Ley de Reforma Política, aprobada en referéndum en diciembre de 1976, con la que se desmontaba la dictadura y se abría el camino hacia la democracia. Después de poner en marcha la primera reforma militar, con el nombramiento del general Gutiérrez Mellado como vicepresidente primero del Gobierno, emprendió la reforma del sistema político, con la aprobación de la amnistía en marzo de 1977, la legalización de todos los partidos y los sindicatos y la convocatoria de elecciones, tres meses más tarde.
En las mismas, Adolfo Suárez se presentó como cabeza de lista en Madrid por la coalición Unión de Centro Democrático (UCD), que él mismo había fundado uniendo diversos grupos políticos de variada ideología. Tras el triunfo electoral de UCD, tomó, de nuevo, posesión de la Presidencia del Gobierno el 5 de julio de 1977. En aquel mandato se firmaron los Pactos de la Moncloa, se aprobó el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas y los Estatutos de preautonomía de Cataluña, País Vasco y Galicia, además, las Cortes de esa Legislatura aprobaron la Constitución, ratificada por referéndum el 6 de diciembre de 1978.
Tras las elecciones del 1 de marzo de 1979, en las que UCD revalidó su triunfo, el 2 de abril de 1979 juró su cargo, por tercera vez, con lo que se convirtió en el primer Presidente de Gobierno constitucional.
En 1980, el PSOE presentó una moción de censura que, aunque derrotada de antemano, deterioró aún más la imagen de un Suárez desprovisto de apoyos en su propio partido. Finalmente la falta de sintonía con el Rey y las tensiones crecientes en su propio partido, le llevaron a presentar su dimisión el 29 de enero de 1981. En su mensaje televisado al país afirmó: “Yo no quiero que el sistema democrático de convivencia sea, una vez más, un paréntesis en la Historia de España”.
Poco después de su dimisión creó junto a otros ex dirigentes de UCD el partido Centro Democrático y Social (CDS), con el que se presentó a las elecciones del 28 de octubre de 1982, siendo elegido diputado por Madrid. Revalidó su escaño en 1986 y 1989, pero en 1991 dimitió como Presidente del CDS tras los malos resultados de su formación en las elecciones municipales y abandonó definitivamente la política. En 1996 se le concedió el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia por su importante contribución a la Transición Española a la democracia, de la que se le considera el gran artífice.
Licenciado en Derecho, participó desde muy joven en la vida política, siempre de la mano de Fernando Herrero Tejedor, considerado uno de los ‘reformistas’ del régimen franquista. Vinculado a Televisión Española desde 1964, en 1969 fue nombrado director general, cargo que ocupó hasta 1973. Fue además gobernador civil de Segovia (1968) y procurador de representación familiar por Ávila en la IX y X legislaturas de las Cortes Orgánicas.
Sucedió a Herrero Tejedor, como ministro Secretario General del Movimiento tras su muerte, en diciembre de 1975, en el primer gobierno de la Monarquía, presidido por Arias Navarro. Sería tras su dimisión cuando Suárez pasaría a ser presidente del Gobierno, un 3 de julio de 1976, a instancias del Rey.
Vida familiar
Tanto su esposa, María Amparo Illana, como su hija mayor, María Amparo, abogada, padecieron y murieron de cáncer. Amparo murió el 17 de mayo de 2001 a los 66 años, en su casa de Madrid, tras haber sido operada en 1994 en la Clínica Universidad de Navarra del cáncer de mama que padecía. Marian murió casi 3 años después, un 7 de marzo de 2004 a los 41 años en Madrid. Otra de las hijas de Suárez, Sonsoles Suárez, presentadora de televisión, también ha sufrido cáncer. Suárez tiene otros tres hijos: Adolfo, que fue candidato del Partido Popular a la presidencia de la Comunidad Autónoma de Castilla-La Mancha en 2003, Laura y Javier.
En 2003, con motivo de la candidatura de su hijo, Adolfo Suárez Illana, a presidente de Castilla-La Mancha por el Partido Popular, Suárez hizo su última aparición pública, en Albacete, para apoyar esta candidatura.
“No recuerda que fue presidente”
En mayo de 2005 fue su hijo quien hizo pública su enfermedad. “Ya no recuerda que fue presidente del Gobierno, no conoce a nadie y sólo responde a estímulos afectivos como al cariño”, explicaba su hijo Adolfo Suárez Illana. Durante una intervención en el programa ‘Las Cerezas’ de TVE -que presentaba Julia Otero-, manifestaba que su familia había decidido hacer pública la situación del que fuera jefe del Gobierno porque “queremos mantener la dignidad y la estética” de una persona “que es muy querida y que no merece” ser objeto de “chismorreos”.
Adolfo Suárez Illana, relató que su padre supo, hasta la pérdida casi completa de sus facultades mentales, en 2003, de la enfermedad que padecía y que “trató siempre de disimularla para evitarnos sufrimiento y porque, además, siempre ha sido muy coqueto. Ya no recuerda quién fue, aunque se muestra participativo a las muestras de cariño que le ofrecemos, interviene en algunas conversaciones con nosotros y sobre todo con sus nietos. Responde, en resumen, a los estímulos del cariño”.
La enfermedad de Suárez no tiene fecha conocida de nacimiento, pero su hijo empezó a detectarla a finales de los años 90. La misma avanzó, rápidamente en los años siguientes hasta que fue imposible disimularla en 2003, cuando hizo sus últimas apariciones en público para apoyar la candidatura de su hijo a la presidencia de Castilla-La Mancha. Su última foto oficial fue tomada el 2 de mayo de aquel año aunque, con ocasión de la concesión del Toisón de Oro, en 2008, se hizo pública una fotografía, tomada por su hijo- que ganaría el Premio Ortega y Gasset de periodismo gráfico- en la que, de espaldas, en su casa, se ve a Suárez caminado por el jardín acompañado por el Rey.