Un año menos de lo que pedía el fiscal. Esa es la condena impuesta a Francisco Álvarez– 14 años- por haber matado a su ex mujer, Cristina González Sacau, en su casa de Coruxo el 11 de octubre de 2011. El jurado consideró probado el crimen, con las agravantes de superioridad y parentesco, además de un delito de allanamiento de morada.
El abogado de la familia de Cristina, que ejerció como acusación particular, había iniciado el juicio pidiendo que se le condenase a 22 de años y 6 meses de prisión, considerando los hechos como constitutivos de asesinato, dado que, a su juicio, concurrían en los mismos alevosía- entendiendo que se aprovechó de la falta de defensa por parte de su ex mujer- y ensañamiento- que su intención fue aumentar deliberadamente el sufrimiento de Cristina-. Finalmente, el abogado se sumó a la petición de la fiscal.
La defensa del homicida, pidió su absolución, entendiendo que la muerte de la víctima se produjo por accidente y, tras el veredicto del jurado, solicitó que se le impusiese la pena mínima que es de 12 años y 6 meses.